Trilogía de la Nueva República: las secuelas literarias

Por Jose Alabau Casaña
¡Hola, bibliotecarios! Hoy nos vestimos de gala para analizar la Trilogía de la Nueva República de Timothy Zahn, una de las principales causas de que Star Wars aún siga latiendo en el corazón de millones de fans en todo el mundo. Una historia con todo el espíritu de la Trilogía Original, en la que los héroes se enfrentarán a un villano como no se había visto antes: el gran almirante Thrawn; y en la que conoceremos nuevos personajes como Mara Jade o Talon Karrde, que inmediatamente pasaron al Olimpo del Universo Expandido.
Antes de empezar este viaje, pongámonos en contexto. Es 1991, y desde hace casi una década no había novelas de la saga. Los cómics de Marvel y las series animadas Droids e Ewoks habían acabado en 1986, y tan solo los libros de rol mantenían latente el interés por Star Wars. Hasta que llegó Heredero del Imperio y lo cambió todo. Pero empecemos por el principio.
HISTORIA EDITORIAL
Esta historia comienza en 1989, con Lucy Wilson, que había sido ascendida dos años antes a directora de publicaciones de Lucasfilm, en una feria editorial de Nueva York. Allí, Byron Preiss, otro editor, le comentó la idea de que estaría interesado en publicar alguna novela de Star Wars. Pese a que, inicialmente, Lucasfilm no tenía ninguna intención de seguir con la literatura galáctica, ya que la última novela, Lando Calrissian and the Starcave of ThonBoka, de L. Neil Smith, había sido publicada hacía seis años, esta propuesta inesperada le pareció buena idea a Wilson. Lucas, que en ese momento estaba realizando, junto a Spielberg, la trilogía de Indiana Jones, al mismo tiempo que su empresa ILM seguía desarrollando nuevas técnicas en el campo de los efectos visuales, por ejemplo para Parque Jurásico, dio el visto bueno. Wilson contactó primero con Ballantine Books, pero esta declinó la idea, argumentando que no creían que fuera a tener éxito si no había ninguna película anunciada.

Tras este fiasco inicial, Wilson revisó los contactos que tenían con otras editoriales y encontró una carta que había enviado un año antes Lou Aronica, director de Bantam Spectra, en la que ya había propuesto lanzar más novelas de Star Wars, como si fueran eventos y en tapa dura, con historias a gran escala, nada de secuelas regulares en formato bolsillo. Aronica, que era un gran fan de la saga, había entrado en Bantam Books en 1979, y, desde entonces, había cosechado grandes éxitos publicando a autores como David Brin, Gregory Benford y William Gibson, además de los ya conocidos Isaac Asimov y Arthur C. Clarke, creando en 1985 el sello Bantam Spectra, especializado en ciencia ficción.
Como no podía ser de otra manera, Wilson le concedió los derechos de publicación a Bantam Spectra, con la condición de que las historias tenían que ser de calidad, por lo que hicieron un listado de autores que pudieran estar a la altura. Betsy Mitchell, editora senior, fue quien propuso a Timothy Zahn, un autor que ya había trabajado para Bantam, para esta terna.

Timothy Zahn, nacido en Chicago en 1951, ya había publicado relatos cortos en revistas como Analog, Amazing Stories, The Magazine of Fantasy and Science Fiction e Isaac Asimov’s Science Fiction Magazine, antes de sacar su primera novela, The Blackcollar, en 1983, el mismo año que ganó el premio Hugo al mejor relato corto por Cascade Point. Este había sido editado por Analog, coincidiendo con Mitchell antes de que esta fuera a Bantam. El 6 de noviembre de 1989 recibiría la llamada que le cambiaría la vida: Wilson le había elegido. Además, Sue Rostoni, otro de los nombres clave en las siguientes décadas, se incorporaba al equipo editor para gestionar todo el proyecto.
Así pues, con el autor decidido, era el momento de ponerse a escribir la historia. George Lucas, que se mantuvo relativamente al margen —aunque Lucasfilm sí que supervisó el proyecto en todo momento—, solo dio tres premisas principales: la historia tenía que estar situada después de El retorno del Jedi, ya que el periodo de las Guerras Clon se lo reservaba el propio Lucas para desarrollarlo en las futuras precuelas; que no podía traer de vuelta ningún personaje que hubiera muerto en las películas; y, además, tenía que incorporar material que hubiera ido apareciendo en los libros de rol, manteniendo una continuidad con estos.
Zahn escribió en seis meses el primer libro, con el título provisional de Wild Card, que fue cambiado por Bantam porque era demasiado similar a Wild Cards, una serie antológica de la editorial a cargo de George R. R. Martin (archiconocido en la actualidad por las novelas de Canción de hielo y fuego) y Melinda M. Snodgrass. Se barajaron dos títulos alternativos más: The Emperor’s Hand y Warlord’s Gambit, pero finalmente se eligió Heir to the Empire (Heredero del Imperio) por sugerencia de Aronica, llegando al mercado en mayo de 1991 y escalando puestos rápidamente en la lista de los más vendidos del New York Times. Zahn apenas tendría descanso, ya que al año siguiente, en junio de 1992, se publicaría Dark Force Rising (El resurgir de la Fuerza Oscura), y, finalmente, en mayo de 1993, The Last Command (La última orden).

Era tal el éxito que había tenido el renacer de la saga que, antes de que saliera el tercer volumen, Bantam, a través de su sello Skylark, ya había publicado seis libros juveniles, conocidos popularmente como «Príncipe Jedi», que, aunque se vendieron muy bien, sus líneas argumentales fueron retrocontinuadas posteriormente. Así pues, la Trilogía de la Nueva República permitió a la editorial dar luz verde a una nueva serie de novelas que irían rellenando los huecos que había dejado ese lustro entre El retorno del Jedi y Heredero del Imperio, como fueron La tregua de Bakura (The Truce of Bakura, Kathy Tyers, 1993) y El cortejo de la princesa Leia (The Courtship of Princess Leia, Dave Wolverton, 1994), sin olvidar la cancelada The Heart of the Jedi, de Kenneth C. Flint, prevista para publicarse tras La última orden. Además de otras que seguirían la historia, como la Trilogia de la Academia Jedi, de Kevin J. Anderson, de 1994 también. Y así, hasta nuestros días.
LLEGA A ESPAÑA LA TRILOGÍA
En cuanto a las ediciones españolas, esta trilogía supuso el debut de Martínez Roca, publicándola entera en 1993. Recordemos que, anteriormente, a nuestro país sólo habían llegado, además de las adaptaciones de la trilogía clásica, El ojo de la mente y Más allá de las estrellas, a cargo de Argos Vergara, Mundo Actual y, brevemente, Planeta. Así pues, el primer volumen, Heredero del Imperio, se editó en febrero de 1993, seguido de El resurgir de la Fuerza Oscura en abril y La última orden en septiembre, siendo el traductor en los tres casos Eduardo G. Murillo, que no se prodigaría más en la franquicia. Las portadas contaron con el arte original de Tom Jung, al que se añadió el característico logotipo brillante en español. Además de esta primera edición, que incluía también en la parte superior la frase «La continuación de la saga cinematográfica» y «La guerra de las galaxias» en el lomo, hubo una segunda en la que se sustituían ambos textos por «Trilogía de la Nueva República».

Dos décadas más tarde tendríamos una tercera versión, en este caso, por parte de Timun Mas Planeta Cómic, publicada entre 2016 y 2018, a novela por año. Además de contar con una nueva traducción, a cargo de Jaume Muñoz Cunill, tiene tres particularidades. La primera sería que el fondo azulado de la portada de Heredero del Imperio es mucho más claro que el original; la segunda, que para El resurgir de la Fuerza Oscura se optó por el arte del estudio Two Dots —usado originalmente para la edición brasileña a cargo de Editora Aleph—; y la tercera, que el lomo de La última orden se maquetó erróneamente, alternando el logo de la saga con el título respecto a los dos volúmenes anteriores, hecho que se ha corregido con posterioridad. Citaremos también, por tratarse de una publicación en lengua española, la edición conmemorativa por el vigésimo aniversario de Heredero del Imperio que se publicó en México, traslación de la original estadounidense, que contenía, además de la novela, el relato Crisis de fe, también de Timothy Zahn, siendo esta publicación la única que recoge esa historia.

Antes de entrar a analizar las novelas en sí, os dejamos más portadas curiosas de esta trilogía. Tenemos las versiones rusas de 1996, que saqueaban sin pudor arte de otras obras de la saga: como la parte superior con los tres personajes de La tregua de Bakura, o la inferior de Heredero del Imperio, que pertenece al cómic Imperio Oscuro. Las húngaras, con diseño de portada totalmente propio, con la curiosidad añadida de la secuela apócrifa de la primera novela, A Jedi hatalma (El poder del Jedi), que comentamos en este artículo sobre falsificaciones y triquiñuelas internacionales; así como la inefable portada checa de Heredero del Imperio, de la que ya hablamos aquí. En cuanto a ediciones más recientes, tenemos la estadounidense, con las tres portadas formando un único arte, y la brasileña de Aleph, de la que Planeta cogió la segunda, como mencionábamos antes.





EXPANDIENDO EL UNIVERSO
Estas tres novelas no solo sirvieron para relanzar la franquicia, sino que también crearon nuevos personajes, naves, mundos y conceptos que, con el paso de los años, se han convertido en pilares indiscutibles del Universo Expandido.
El villano de la función es el gran almirante Thrawn, a los mandos del Quimera. Este alienígena de piel azulada, del que no se nos dice su especie, es un brillante genio militar que no aparece en los registros de la Nueva República. Su segundo al mando es el capitán Gilad Pellaeon, curtido en mil batallas, y que ha desarrollado una extensa carrera militar. Thrawn tiene además una guardia pretoriana formada por noghris, unos humanoides de piel grisácea que, en su momento, sirvieron al mismísimo Darth Vader. Colaborando con los imperiales, a cambio de que Thrawn le entregue a Luke, Leia y los hijos que espera ella, está el Jedi Joruus C’baoth, o, al menos, eso afirma él mismo, ya que, en palabras de Thrawn, C’baeth participó, aún en tiempos de la Antigua República, en la misión Vuelo de Expansión, de la que no regresó nadie.

Los otros dos personajes clave creados en esta la trilogía son Talon Karrde y Mara Jade. Del primero sabemos que, tras la muerte de Jabba, fue expandiendo su emporio hasta convertirse en el principal contrabandista de la galaxia en el momento en el que suceden las novelas. Su lugarteniente es Mara Jade, una joven sensible a la Fuerza que ha jurado vengarse de Luke Skywalker. En tiempos de Palpatine, que la crió como una hija, ella actuaba como la Mano del Emperador, una letal agente al margen de la jerarquía militar. Tras fracasar en su intento de acabar con Luke en el palacio de Jabba, donde actuaba como bailarina, y la muerte de Palpatine, deambuló por la galaxia hasta que se incorporó a la organización de Karrde, en la que también destacan otros miembros como Ghent y Aves.

Además de los héroes de la Rebelión, encabezados por Luke, Leia y Han, acompañados de los droides, Chewbacca y Lando, sin olvidar a Mon Mothma, Wedge Antilles y el almirante Ackbar, tenemos otros personajes que tienen importancia en la trama: Borsk Fey’lya, un bothan que intenta hacerse con el poder de la Nueva República; Khabarakh, un noghri que ayudará a Leia; Winter, la asistenta de la princesa; y Garm Bel Iblis, antiguo senador, firmante del Tratado Corelliano e impulsor de la Rebelión, que se autoexilió al no estar de acuerdo con el rumbo que tomaban los acontecimientos. También hay que mencionar, aunque sea testimonial, los gemelos que espera Leia, que ahora combina los apellidos Organa Solo: Jaina y Jacen.

Además de los personajes, si hay otro aspecto que destaque en la franquicia son sus naves. En esta trilogía descubrimos el Quimera, el destructor estelar comandado por Thrawn. Símbolo del remanente imperial en su búsqueda de retomar el control de la galaxia, participó incluso en la Batalla de Endor. Además de las características propias de este tipo de naves, la sala privada del gran almirante está equipada con proyectores holográficos que representan las obras de arte de las culturas en las que Thrawn pone su punto de mira, ya que, analizándolas, llega a desentrañar cómo funcionan sus sociedades.
Otra de las naves icónicas de esta trilogía es el Salvaje Karrde, un transporte corelliano modificado que sirve tanto para operaciones de contrabando como de base de la organización. Y siguiendo con negocios poco claros, la Dama Afortunada, el lujoso yate privado de Lando Calrissian, nombrado así por la mujer que le ayudó a conseguirlo en una partida en Ciudad Nube. Y, aunque no se trate de una nave, sino de un conjunto, la legendaria flota Katana, también conocida como Fuerza Oscura, el gran objetivo de ambos bandos en esta trilogía para decantar la guerra a su favor. Mencionar también la nave Vuelo de Expansión, del proyecto homónimo, que, pese a ser solo citada en la trilogía, tiene una importancia capital, siendo además un as en la manga que se guardará Zahn para desarrollar los acontecimientos involucrados en esa expedición en su correspondiente novela.

En cuanto a los nuevos mundos que recorren los protagonistas de esta trilogía, en Heredero del Imperio ya aparecen los planetas clave de esta historia: Coruscant, la capital galáctica y sede del gobierno de la Nueva República; Myrkr, donde se localiza la base de operaciones de Karrde y viven los ysalamiri, los lagartos que Thrawn usa para aislarse de la Fuerza; y Wayland, planeta que esconde los tesoros del Emperador y en el que vive C’baoth. Además, tendremos dos misiones diplomáticas a Bimmisaari y Bpfassh; una visita al planeta Nkllon, enclave minero en el que Lando ha montado su nuevo negocio; Kashykkk, planeta de los wookiees; y Sluis Van, los astilleros de la Nueva República. Y un breve paso por dos mundos conocidos: Tatooine, en concreto la cantina de Mos Eisley, y Dagobah, la morada de Yoda.
En El resurgir de la Fuerza Oscura destacaran Honoghr, mundo de origen de los noghris, los antiguos sirvientes de Darth Vader; Jomark, planeta en el que se instalará C’Baoth, y desde el que quiere reconstruir la Orden Jedi a su manera; y El Nido del contrabandista, un enclave en un mundo sin identificar en el que está la base del ejército privado de Garm Bel Iblis. También aparecerán en este segundo volumen Rishi, Nueva Cov, Abregado-Rae y Pantolomin. Y, finalmente, en La última orden conoceremos Ukio, Berchest, Poderis, Trogan, Chazwa, Hijarna y el sistema Bilbingri.
Una vez presentado el escenario, nos queda ver cuál es el argumento. Sin entrar en detalles, ya que sería destripar la trama, la historia parte del retorno de Thrawn, un desconocido almirante, a lo que queda de la flota imperial, para destruir a la Nueva República, nacida tras la muerte del Emperador. Pero este ser de piel azulada no es un militar más que basa su poder en la fuerza bruta, sino que, aplicando inteligentes estrategias y habilidades de mando que desafían toda lógica, irá poco a poco recuperando el poder imperial hasta convertirse en una amenaza para la galaxia. Pero Thrawn sabe que para conseguir sus objetivos no puede únicamente servirse del plano militar, por lo que se aliará con C’baoth para controlar a los usuarios de la Fuerza que intervendrán en esta guerra, además de contrabandistas y seres de toda ralea que afectarán al discurrir de los acontecimientos. Sin olvidar, por supuesto, de todo un arsenal de recursos que el Emperador escondió, claves para conseguir la victoria final.
COHERENCIAS EN EL MOMENTO, CONTRADICCIONES EN EL FUTURO
Este es uno de los aspectos más curiosos de la trilogía, y es que, en el momento de la escritura de estos libros, no estaban establecidos conceptos que ahora nos parecen evidentes, especialmente los relacionados con los Sith. En estos volúmenes se nos habla de los Jedi Oscuros como antiguos usuarios del lado luminoso que, por alguna razón, se desviaron hacia el mal, incluyendo a Darth Vader, lo que, técnicamente, es cierto, pero también al Emperador. Es decir, lo que más tarde conoceríamos como los Sith. Pero claro, si desde el comienzo de la saga se nos presentó a Darth Vader como Señor Oscuro de los Sith, entonces, ¿cómo encaja todo esto? Pues, partiendo de este apelativo, Timothy Zahn ideó para estas novelas a los Sith como una guardia pretoriana de Vader, pero Lucas le obligó a cambiar el término, ya que interfería con lo que tenía en mente, convirtiendo a estos guerreros personales en los noghri, una raza que había jurado servirle como agradecimiento por salvar su planeta de la devastación. De hecho, la idea de Zahn era que el diseño tan característico de la máscara de Vader viniera del aspecto de los rostros noghri. Como curiosidad, el término «sith», además de poder encontrarse en la mitología escocesa y gaélica, ya aparecía en la novela El señor de la guerra de Marte, del autor Edgar Rice Burroughs, y perteneciente al ciclo de John Carter, una de las inspiraciones confesas de George Lucas para crear la saga.

Otro hecho que en la trilogía no acaba de encajar con las historias posteriores es el contexto de las Guerras Clon, ya que no coinciden ni las fechas —situándose en estas novelas una década antes con lo que vimos más tarde en las precuelas—, ni los bandos, ya que solo se menciona que fue una catástrofe galáctica por la aparición de un gran ejército de soldados clon, sin especificar mucho más. No cuadra tampoco el aspecto de Coruscant, topónimo que aparece por primera vez en Heredero del Imperio para referirse al planeta en el que se sitúa la Ciudad Imperial, capital ahora de la Nueva República. Pese a que el planeta siempre se había concebido como una bulliciosa ecumenópolis, en estas novelas aún se puede contemplar una pequeña parte de su geografía natural, como los montes Manarai. Como se establecería en las precuelas, el aspecto del planeta era más similar al Trantor de la saga Fundación de Isaac Asimov que a lo que se podía intuir por estas novelas y en posteriores productos de los años 90, como en el videojuego Star Wars: TIE Fighter (1994), el cómic Sombra del Imperio (1996) o la Trilogía de la Flota Negra (1997), en los que el planeta tenía incluso océanos y continentes. Estas incoherencias tienen su origen en que, por falta de presupuesto, no se mostró el planeta en Una nueva esperanza, trasladándose el ataque final rebelde a la Estrella de la Muerte… Claro que también es cierto que, originalmente, Coruscant iba a llamarse Alderaan. La capital imperial —al menos como figura en los primeros borradores de El retorno del Jedi— iba a ser conocida como Had Abbadon, siendo esta una ciudad planetaria orbitada por dos estaciones de combate y una luna boscosa conocida como Jus-Endor, reciclada, como vimos en el Episodio VI, en la luna santuario. Así pues, podríamos disculpar a Zahn en este aspecto, ya que fue un concepto que fue variando con los años.

Además de estos temas, hay detalles menores que señalan la constante adaptación de la continuidad a las obras que van apareciendo, como, por ejemplo, el hecho de que C’baoth se autoproclamara Caballero Jedi —ahora sabemos que eso lo decide el Consejo—, que fuera el consejero Jedi personal del senador Palpatine, un cargo asimilable al que desempeñó Anakin Skywalker en La venganza de los Sith, o el marco de referencia para la contabilidad de los años, ya que en esta trilogía se emplea como año cero la fundación del Imperio. En el capítulo cuatro de El resurgir de la Fuerza Oscura tenemos una interesante, aunque desfasada, cronología de los acontecimientos relacionados con C’baoth, desde su nacimiento en el año 112, su mencionado asesoramiento al entonces senador Palpatine, entre el 79 y el 77, hasta su teórica desaparición en el 64, con el proyecto Vuelo de Expansión, todo siempre «antes del Imperio». Como curiosidad, señalar que la idea original de Zahn era que C’baoth fuera un clon malvado de Obi-Wan Kenobi, pero Lucas no estaba por la labor, por lo que acabó creando al personaje.
ADAPTACIONES: AUDIOLIBROS, CÓMICS, LIBROS DE ROL Y MERCHANDISE
Esta trilogía de novelas es, seguramente, la serie de libros que más adaptaciones ha tenido en audiolibro, tanto abridged, resumidas, como unabridged, con la totalidad del texto. Empezando por las versiones resumidas, fueron editadas por Bantam Doubleday Dell Audio Publishing en 1991, 1992 y 1993 respectivamente, el mismo año de lanzamiento de las novelas, siendo la primera narrada por Denis Lawson (Wedge Antilles) y las otras dos por Anthony Daniels (C-3PO), todas en casete. Como curiosidad, hay que indicar que, en la edición conjunta que salió en 1994, se incluía narrado el relato Hammertong: The Tale of the «Tonnika Sisters», también de Timothy Zahn, que apareció luego en la antología Tales from the Mos Eisley Cantina, editada por Kevin J. Anderson en 1995, como comentamos en este artículo (para más información del relato en sí, este otro). Estas mismas versiones resumidas saldrían ya en formato digital en 2007, por Random House Audio.

En cuanto a las que incluyen la totalidad del texto, y, por tanto, con mucha más duración, han sido editadas por tres compañías. La primera versión, que llegó al mercado en 1995 en formato casete, corrió a cargo de Books on Tape Inc., con narración de Larry McKeever. Las otras dos, ya en digital, por Talking Book Publishers Inc., con voz de Chuck Benson, y, de nuevo, por Random House Audio, con locución de Marc Thomson, haciendo coincidir la adaptación de la primera novela con su edición por el vigésimo aniversario. Señalar además que, junto a esta versión de Heredero del Imperio, apareció un audio documental, Heir to the Empire: Behind the Scenes – An Expanded Universe Is Born, escrito por Zahn y narrado por él mismo, junto a la editora Betsy Mitchell, en el que, a lo largo de dos horas y media, el autor desgrana el proceso de creación y escritura de la trilogía, aderezado con insertos de la narración de Thomson.
Como no podía faltar, esta trilogía tuvo su adaptación en cómic, con cada novela convertida en una serie limitada de seis números. Editadas por Dark Horse Comics, todos las traslaciones al cómic fueron escritas por Mike Baron, y por ella pasaron numerosos dibujantes (Olivier Vatine, Fred Blanchard, Terry Dodson y Edvin Biukovic) y portadistas (Mathieu Lauffray y Kilian Plunkett). La primera adaptación se publicó entre 1995 y 1996, la segunda en 1997, y la tercera entre 1997 y 1998. Estas series tuvieron sus propias recopilaciones, así como una edición conjunta tipo ómnibus, pero en tapa dura, a diferencia de la línea homónima de tapa blanda, en 2009, bajo el título Star Wars: The Thrawn Trilogy, además de incluirse en Epic Collection: The New Republic Vol. 4 (2018) y The New Republic Omnibus Vol. 2 (2023), ya bajo el paraguas de Marvel Comics. Aunque nunca haya sido acreditada su participación en las adaptaciones de sus libros, es sabido por algunas publicaciones comiqueras oriundas de Francia, de manos de la editorial Delcourt, en donde estas se publicaron, que, en realidad, el mismo Zahn colaboró y supervisó el trabajo, tanto escrito como creativo, en especial, al pasar por su mano la aprobación de los diseños y primeras pruebas de Blanchard.

En España, las tres miniseries fueron publicadas originalmente por Norma Editorial, pero agrupando sus números de dos en dos en unos tomos formato prestigio tan característicos de la época. Así pues, Heredero del Imperio aparecería en 1997, El resurgir de la Fuerza Oscura en 1998 y La última orden en 1999. Los traductores fueron, respectivamente, Cristina Macía, Olinda Cordukes y Óscar Estefanía. Posteriormente, las tres series han sido publicadas conjuntamente en un tomo recopilatorio, primero en 2010, por parte de Planeta DeAgostini —con el curioso título de «Herederos del Imperio»—, y en 2016, por Planeta Cómic, con el título del primer libro y añadiendo la banda de «Leyendas». Por completismo, indicar que estos cómics también se incluyeron en el coleccionable de Planeta DeAgostini (2013-2014), concretamente en los números #40 y #41.

Además de los audiolibros y los cómics, esta trilogía también tuvo sus respectivos libros de rol por parte de la editorial West End Games, que servían de suplemento al juego general y que aportaban mucha información técnica sobre personajes, naves y mundos, además de muchos relatos cortos que complementaban la trama. Se editó un libro por cada novela, siendo los dos primeros escritos por Bill Slavicsek y publicados ambos en 1992, mientras que el basado en La última orden corrió a cargo de Eric Trautmann, apareciendo en 1994. Posteriormente, en 1996 salió a la venta un volumen recopilatorio, que incluía un prólogo del mismo Timothy Zahn y nuevos relatos. En este artículo podéis ver las historias que hay en cada libro. Pese a que en español se llegaron a editar algunos de los manuales de rol de la mano de Joc Internacional, estos de la Trilogía de la Nueva República no acabaron por llegar. Como curiosidad, esta última publicación recopilatoria marcaría un punto y aparte en la historia de todos los productos derivados de esta trilogía literaria, por emplear, por vez primera, el nombre por el que se la conoce popularmente hoy en dia, «Thawn Trilogy», al ser registrada, titulada y publicada como The Thrawn Trilogy Sourcebook, tal y como ya comentábamos en Biblioteca Jedi #2, en la retrospectiva del villano. Curiosamente, esta forma de definir la saga, y que, técnicamente, es la más correcta, no acabó por tener un buen arraigo en las adaptaciones de nuestro país —a diferencia de en los productos de Panini Cómics México—, en comparación a otros idiomas cercanos al nuestro, como el portugués, con su cómic A Trilogia de Thrawn, irónicamente lanzado por la filial portuguesa de la editorial Planeta.

En cuanto a productos no literarios, tenemos los packs la serie Epic Collection de Micro Machines, de la juguetera Galoob, que incluían uno sobre Heredero del Imperio en la primera serie de tres de 1996, y otro sobre El resurgir de la Fuerza Oscura en la segunda, de 1997. El primero de los paquetes incluía, como personajes, a Thrawn, Mara Jade y Wedge Antilles, y como naves, un destructor imperial, la Dama Afortunada y un GAT-12 Skipray; mientras que el basado en la segunda novela venía con Borsk Fey’lya, Garm Bel Iblis y el Emperador Palpatine, además de un caza bombardero clase Cimitarra, un Ala-X y la nave Coral Vanda.


Tenemos también las figuras de Kenner de la línea Expanded Universe, de personajes como Thrawn y Mara Jade de 1998, especialmente originales por crear un efecto troquelado en el propio packaging que permitía desplegar un fondo paisajístico sacado de las adaptaciones al cómic en el que ubicar las figuras cual diorama, así como el pack de la serie Legacy Comic de Dark Horse basado en Heredero del Imperio, con las figuras del gran almirante y de Talon Karrde de 2008. Y ya en fechas más recientes, en 2023, por parte de Pulse, filial de Hasbro, la figura perteneciente a la colección The Black Series de Mara Jade.


CRISIS DE FE
Antes de revisar qué otras obras pueden ser interesantes para completar la lectura de esta trilogía, vamos a detenernos en este relato largo o noveleta, que, como hemos mencionado, se incluía en la edición del vigésimo aniversario de Heredero del Imperio. En esta historia, Zahn pretendía cerrar una de las tramas que él mismo había dejado abierta en Decisiones (Choices of One, 2011): el destino del señor de la guerra Nuso Esva, al mismo tiempo que presentaba a Thrawn resuelto a conseguir que el Imperio volviera a alzarse.

Después de conseguir escapar del sistema Candoras, Nuso Esva y su ejército habían seguido sus andanzas por las Regiones Desconocidas, destruyendo planetas y especies. En un juego del gato y el ratón, Thrawn —ya alejado del Imperio y al mando de su propia confederación, el Imperio de la Mano— había estado persiguiéndolo durante años, hasta, finalmente, dar con él en el planeta Quethold, donde vivía una especie de insectoides. Estos estaban organizados en castas, y su gobierno estaba, en ese momento, en manos de la Reina de los Rojos, que gobernaría durante dos años, tras lo cual moriría y ocuparía su lugar la Reina de los Blancos, que cumpliría el mismo ciclo hasta ser sustituida por la Reina de los Negros, y así sucesivamente. Esva, consciente de esto, pacta una alianza con la Reina de los Rojos, comprometiéndose a romper esta dinámica para que ella se convierta en la monarca absoluta del planeta. Por otro lado, el ejército de Esva había derrotado a los stromma, otra especie insectoide aliada de los quethold, por lo que estos se unirán a Thrawn para atacar el planeta y acabar con el señor de la guerra.

Como decíamos, este relato sirve de puente entre la Duología de la Mano del Emperador y la Trilogía de la Nueva República, permitiendo a Zahn plantearnos un nuevo escenario en el que Thrawn tendrá que desplegar todas sus capacidades estratégicas. Seguramente, el autor tenía en mente desarrollar más historias de esta rivalidad con Nuso Esva: por ejemplo, la Campaña de Braccio, de la que solo tenemos una mención; pero, por alguna razón, esto no pudo darse. De hecho, ha sido tan breve el desarrollo de Esva que no ha llegado a existir una imagen oficial de su personaje. Además, como muestra de que Zahn tenía algo en mente, los quethold y los stromma ya fueron citados por el señor de la guerra en Decisiones. Y es que no olvidemos que «Nuso Esva» es una traslación del personaje de Moriarty, el enemigo de Sherlock Holmes, a la saga: usando la técnica denominada «tuckerism», tan extendida dentro de la saga, si cada letra, separando consonantes y vocales, se cambia por la siguiente, tenemos ese nombre. Como ha comentado Zahn en alguna ocasión, el inquilino de Baker Street fue una de las inspiraciones para crear a Thrawn.
Para finalizar, señalar la aparición en esta historia de viejos conocidos del Universo Expandido, como son Voss Parck, uno de los oficiales presentes en el primer encuentro de Thrawn con el Imperio —como veremos a continuación—, y con el que estaría vinculado en su carrera militar; y Sontir Fel, barón del Imperio, quien, tras destacar como piloto de cazas TIE, pasaría a la Rebelión y, finalmente, al ejército del Imperio de la Mano. Además, tenemos una mención a Gilad Pellaeon, lo que enlazará directamente con Heredero del Imperio.
LO QUE SE ESCRIBIÓ A POSTERIORI PARA QUE PARECIERA A PRIORI
Además de Crisis de fe, vamos a ver una serie de obras de la continuidad de Leyendas que, situadas antes de esta trilogía, nos ayudan a dar contexto a los personajes. Cabe señalar que todos estos relatos, libros y cómics, se crearon a posteriori, con el fin de rellenar huecos, por lo que los eventos que narran aún no «existían» cuando Zahn escribió los libros. Pese a que fueron publicados a lo largo de más de veinte años, los listaremos en orden cronológico interno.
Empezamos con la novela Outbound Flight, de Timothy Zahn, publicada en 2006 e inédita en español, y que, como su título en inglés nos señala, trata sobre el proyecto Vuelo de Expansión. Situada en el 27 ABY, antes de las Guerras Clon, la historia nos cuenta qué pasó con esta nave, capitaneada por el Maestro Jedi Joruus C’baoth, destinada a las Regiones Desconocidas, con el fin de encontrar otras formas de vida, para acabar topándose por el camino con la Ascendencia Chiss y Thrawn. En su edición paperback de 2007, incluía, además, el relato que vamos a ver a continuación.
Mist Encounter apareció originalmente en la Star Wars Adventure Journal #7, en agosto de 1995, también de Zahn. Cronológicamente, ya estamos en los primeros años de la época imperial, en el 19 ABY, y en este relato se nos cuenta cómo fue el primer encuentro entre un exiliado Thrawn y las tropas del Imperio en un planeta de las Regiones Desconocidas, comandadas por el capitán Voss Parck. En este caso, habría que señalar dos curiosidades: la primera, que este relato apareció también en Setkání v mlze, una antología checa sin ninguna correspondencia editorial con otro país, en la que, además, tenemos a nuestro protagonista vestido de soldado de asalto en portada; y la segunda, que esta historia fue reescrita para convertirse en los dos primeros capítulos de la novela Thrawn (2017), del mismo Zahn, y ya en la continuidad actual.

Avanzamos unos años, y en el 22 ABY, al inicio de las Guerras Clon, en concreto en la novela The Clone Wars: No Prisoners de Karen Traviss, publicada en 2009, tenemos la que sería la primera aparición cronológica de Gilad Pellaeon, como oficial de la República.
Justo después de la caída de la República, en el 19 ABY, encontramos también la primera aparición de otro personaje clave de esta trilogía, Garm Bel Iblis, en la novela Darth Vader: El Señor Oscuro (Dark Lord: The Rise of Darth Vader, Jame Luceno, 2005), al que volveremos a ver en El poder de la Fuerza (The Force Unleashed, Sean Williams, 2008), donde se narraba la formalización de la Alianza Rebelde entre el 3 y el 1 ABY. Entre estos dos años, tenemos también la novela ilustrada Dark Forces: Soldier for the Empire (William C. Dietz, 1997), en la que aparecía el personaje de Thrawn.
En el año previo al Episodio IV, encontramos la primera aparición cronológica de Mara Jade, en concreto, en el número #0 de la miniserie comiquera Mara Jade: Por la Mano del Emperador (Mara Jade – By the Emperor’s Hand, 1998-1999), de Timothy Zahn y Michael Stackpole, y a la que volveremos a encontrar en el cómic Extinción (Extinction, Ron Marz, 1999-2000), editado entre los dos primeros números de la serie antológica Relatos. También en los preludios de Una nueva esperanza recuperamos a Bel Iblis, en Interlude at Darkknell, noveleta escrita a cuatro manos por Timothy Zahn y Michael A. Stackpole, y publicada en Tales from the New Republic (antología editada por Peter Schweighofer y Craig Carey en 1999).
Después de la Batalla de Yavin, y comprimidas dentro del primer año tras la destrucción de la Estrella de la Muerte, tenemos cuatro novelas en las que aparecen Thrawn y Mara Jade, con distinta relevancia.
La primera sería la juvenil Rebel Force: Target, de Alex Wheeler, de 2008, que inauguraba esta serie centrada en los héroes de la Rebelión con la participación de Thrawn. Después de esta pasamos a Lealtad (Allegiance, Timothy Zahn, 2007), el primer volumen de la Duología de la Mano del Emperador; dos libros protagonizados por Mara Jade y de los que ya hablamos extensamente en este artículo. A continuación, Galaxy of Fear: The Swarm, la octava entrega de esta serie de terror juvenil, escrita por John Whitman en 1998, con Thrawn. Y, finalmente, Decisiones (Choices of One, Timothy Zahn, 2011), la resolución de la mencionada Duología, en la que también participaba el chiss y Gilad Pellaeon, y que, como comentábamos antes, tenía de villano a Nuso Esva. Antes de los eventos de El Imperio contraataca, en el 2 DBY, tendremos más de Thrawn en la novela corta Side Trip (Timothy Zahn y Michael A. Stackpole, 1997), publicada en la Star Wars Adventure Journal #12-13, en la que veíamos cómo Vader cedía su guardia pretoriana de noghris a Thrawn.

Coincidiendo con los eventos de El retorno del Jedi, tenemos varias apariciones de Mara Jade, desarrolladas para encajar con la película, basadas principalmente en el relato Sleight of Hand: The Tale of Mara Jade de Zahn, aparecido en la antología Tales from Jabba’s Palace (editada por Kevin J. Anderson en 1995). Este ajuste en la historia —Mara Jade como bailarina en el palacio de Jabba bajo el nombre de Arica— fue incluido también en el audiodrama de la película, producido por la Radio Pública Nacional estadounidense en 1995, y mostrado en viñetas en los restantes números de la citada serie de cómic Mara Jade: Por la Mano del Emperador, la cual, además, continuaba los eventos posteriores a la película, a los que habría que añadir la historieta Mara Jade: Una noche en la ciudad (Mara Jade: A Night on the Town), también de Zahn, y aparecida en Star Wars Relatos #1.
Después de los acontecimientos de la Trilogía Original, tenemos la primera aparición de Talon Karrde en el relato A Credit for Your Thoughts, de Tish Eggleston Pahl y Chris Cassidy, publicado en la Star Wars Gamer #2, en febrero de 2001. En esta historia, situada después de la muerte de Jabba, se nos narran los primeros pasos de la organización de Karrde, apareciendo también Aves. Poco tiempo después, y aun en el 4 DBY, tenemos el relato Handoff de Timothy Zahn, publicado en la Star Wars Gamer #10, en abril de 2002, en el que Mara se encontrará con Ghent, otro de los miembros del grupo de contrabandistas. Karrde, después de aparecer en X-Wing: The Bacta War, la cuarta novela de la serie Ala-X, de Michael A. Stackpole, publicada en 1997 y cronológicamente situada en el 7 DBY, por fin se encontrará con Mara Jade en el relato First Contact, firmado por, como no podía, ser, el propio Zahn, publicado en la Star Wars Adventure Journal #1, en 1994, y situado un año antes de Heredero del Imperio.
Tras todas estas obras, llegamos a la mencionada Crisis de fe, también del 8 DBY, y antes de llegar al primer volumen de la trilogía, una última aparición de Thrawn, en este caso, en la novela Tatooine Ghost, de Troy Denning, de 2003.
Después de estos libros, muchos personajes han continuado apareciendo en otras obras de la saga. Para no desvelar el destino de ellos en la trilogía, solo nos queda por citar la conocida popularmente como Duología de la Mano de Thrawn, formada por Specter of the Past (1997) y Vision of the Future (1998), inédita en español, y situada una década después de La última orden; así como Survivor’s Quest (2004), siendo todas de Timothy Zahn.

En el canon actual, señalar las dos trilogías sobre el chiss que ha escrito también Zahn, que, aunque no necesariamente encajan al cien por cien con lo desarrollado en las obras de Leyendas, ya que es una continuidad distinta, se pueden leer como complemento. En orden cronológico interno tenemos primero la Trilogía de la Ascendencia, con El caos crece (Chaos Rising, 2020), Bien común (Greater Good, 2021) y Mal menor (Lesser Evil, (2021); y luego, la segunda, aunque publicada anteriormente: Thrawn (Thrawn, 2017), Thrawn: Alianzas (Thrawn: Alliances, 2018) y Thrawn: Traición (Thrawn: Treason, 2019). Además, en el canon actual no solo tenemos productos literarios del personaje, puesto que aparece en la serie animada Star Wars Rebels, y, presumiblemente, encarnado por un actor de carne y hueso en las nuevas series, ya que ha sido citado en The Mandalorian. Como última curiosidad, y sin querer desvelar demasiado, el Monte Tantiss, clave en los libros que estamos analizando, también ha aparecido en la animada Star Wars: La remesa mala (Star Wars: The Bad Batch).


Por último, y por completar la información, citar el resto de obras que ha escrito Timothy Zahn para la saga, y que no hemos mencionado hasta ahora. En 1995, Comienza la saga (The Saga Begins), un relato corto publicado en el libro de rol de La campaña del Guardian Oscuro (The DarkStryder Campaign), en el que también participa en la creación de escenarios. Ese mismo año, además, coescribe junto a Peter M. Schweighofer el artículo The Kaal Connection, para la Star Wars Adventure Journal #7. Avanzamos en el tiempo. y en 2003 publica dos historias cortas centradas en las Guerras Clon: El héroe de Cartao (Hero of Cartao), aparecida originalmente en las Star Wars Insider #68-70, y en España en la Star Wars Magazine #18-20; y Duel, como parte de un tríptico de relatos publicado en el suplemento Hasbro Short Story Collection de la juguetera.
Al año siguiente, 2004, tres historias más: Fool’s Bargain, originalmente editada como eBook, y que sirve de complemento a su novela Survivor’s Quest; Judge’s Call, una historia romántica para el día de San Valentín que salió en la web de Del Rey; y Changing Seasons, una duología formada por los relatos Guardian of the People y People of the Guardian, aparecidos en las Star Wars Insider #76-77. Cambiamos de década, y en 2011, el relato Buyer’s Market, para la Star Wars Insider #126. En 2012, tres historias más: An Apology, un relato no canónico aparecido en la web de Suvudu, del grupo Random House, para el April Fools’ Day, equivalente a nuestro Día de los Inocentes; Heist, aparecida en la Star Wars Insider #138; y Winner Lose All, editada online, estando estas dos últimas relacionadas con Sinvergüenzas (Scoundrels), novela publicada en 2013.
Para una biografía detallada del autor, tenéis la sección HoloCelebridad del ya mencionado segundo número de nuestra revista Biblioteca Jedi.
CONCLUSIÓN
Como hemos comentado, esta trilogía supuso un revitalizar de la saga, con una intensidad tal que ha llegado hasta nuestros días. No olvidemos que la anterior novela publicada se remontaba a 1983, al estreno de El retorno del Jedi. Y es que los fans de Star Wars, refugiados en los libros de rol, querían saber cómo continuaban las aventuras de sus héroes. Pero la aparición de tres novelas por sí mismas no habría tenido ese impacto, sino hubiera sido por la mente maestra detrás de ellas, Timothy Zahn, que planteó una historia en tres actos que tenía todo el espíritu de la trilogía fílmica, una trama interesante y original —con nuevos personajes que encajaban perfectamente—, y, por encima de todo, un grandísimo villano a la altura del Emperador y Darth Vader, siendo, al mismo tiempo, totalmente distinto a estos dos. Como se suele decir, Zahn «abrió el melón» para la llegada de más novelas adultas que empezaron a publicarse a partir de su trilogía, y que, poco a poco, fueron continuando los eventos y rellenando los huecos entre las obras ya editadas para lograr un corpus relativamente homogéneo y coherente que se extendió hasta 2015, momento en el que se sustituyó por el nuevo canon.
No podemos despedirnos, por tanto, sin recomendaros encarecidamente la lectura de esta magnífica trilogía, pilar fundamental de todo lo que vino después, incluyendo el futuro más inmediato. ¡Que la lectura os acompañe!
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