Jedi Prince: la olvidada saga que pudo haber inspirado el Episodio IX

Por Jose Alabau Casaña

¡Hola, bibliotecarios! Sí, habéis leído bien el título de este artículo. Vamos a hablar sobre esta serie de libros, perdidos en el olvido y enterrados por todo lo que vino después, que, en cierta manera, plantean varias ideas que pudieron acabar en el Episodio IX.

Contexto histórico-literario

Tenemos que remontarnos a principios de los años 90, cuando se estaba dando el renacer de la franquicia con la publicación de la Trilogía de la Nueva República de Timothy Zahn. Pero, primero, hagamos un repaso rápido del material literario que había hasta ese momento. Además de las novelizaciones de la Trilogía Original, teníamos El ojo de la mente, de Alan Dean Foster, de 1978, y las dos trilogías de aventuras de Han Solo y Lando Calrissian; la primera escrita por Brian Daley entre 1979 y 1980 y la segunda por L. Neil Smith en 1983. Tras esta, un periodo de casi diez años en el que no se publicó ninguna novela hasta 1991 con la llegada de Heredero del Imperio, del citado Timothy Zahn, a la que se seguiría la segunda parte, El resurgir de la Fuerza oscura, en mayo de 1992. En cuanto a cómics, en la década anterior habíamos tenido Star Wars, la serie regular de ciento siete números y tres anuales que continuaba la historia de las películas hasta el año 4 dbY, superando extensamente los eventos de El retorno del Jedi, además de las series animadas de Ewoks y Droids, que conllevaron la creación de material infantil literario y comiquero.

Así pues, nos encontrábamos con un Universo Expandido aún en una fase muy temprana y heterogénea, en el que, a veces, la continuidad no era la principal prioridad, amén del carácter pulp y desenfadado de algunas historias. Es en este momento, en el que la Trilogía de la Nueva República está recuperando el tono adulto y serio de la franquicia, cuando aparecen estos libros, seis en total, que se sitúan cronológicamente en el año 5 dbY, es decir, después de la serie regular marvelita. Todos fueron escritos por Paul Davids y Hollace Davids, y constaron con ilustraciones en blanco y negro de Karl Kesel. Y no solo eso, las portadas fueron creadas por el legendario Drew Struzan, como si de pósteres de películas se tratara. Es importante que tengamos en mente las fechas porque, en los años siguientes, se publicaron las conocidas novelas de los noventa que fueron suplantando a estas historias hasta dejarlas en un estado prácticamente similar a un nivel S dentro del canon, es decir, como un conjunto de personajes y acontecimientos que los autores posteriores podían usar en sus tramas si creían necesario rescatarlos, pero sin que estas fueran tenidas en cuenta en la continuidad general.

En el momento en el que se publicaron, en 1992, la cronología literaria posterior a la batalla de Endor estaba así:

  • El retorno del Jedi (4 dbY)
  • Serie Jedi Prince (5 dbY)
  • Trilogía de la Nueva República (9 dbY)

Y así en comparación a cómo estaría cuando la continuidad de Leyendas quedó cerrada:

  • El retorno del Jedi (4dbY)
  • The Bounty Hunter Wars Trilogy (4 dbY)
  • La tregua de Bakura (4 dbY)
  • Serie Jedi Prince (5 dbY)
  • Dark Forces: Rebel Agent y Dark Forces: Jedi Knight (5 dbY)
  • Luke Skywalker y las sombras de Mindor (5 dbY)
  • Ala-X 1 a 7 (7 dbY)
  • El cortejo de la Princesa Leia (8 dbY)
  • Tatooine Ghost (8 dbY)
  • Trilogía de la Nueva República (9 dbY)

Es decir, ese periodo posterior al Episodio VI fue vuelto a contar por muchas novelas, además de cómics, que hicieron que Jedi Prince, como comentábamos, pasara a un nivel secundario y, para la mayoría de fans, al olvido.

Los libros

Esta serie recibe oficiosamente el nombre de Jedi Prince («Príncipe Jedi», si lo traducimos por nuestra cuenta), aunque ninguno de los libros lleva esa cabecera. Ni siquiera las dos recopilaciones que salieron al mercado como Star Wars directamente. Consta de seis títulos:

  • The Glove of Darth Vader (El guante de Darth Vader)
  • The Lost City of the Jedi (La ciudad perdida de los Jedi)
  • Zorba de Hutt’s Revenge (La venganza de Zorba el Hutt)
  • Mission from Mount Yoda (Misión desde el Monte Yoda)
  • Queen of the Empire (La reina del Imperio)
  • Prophets of the Dark Side (Profetas del Lado Oscuro)

Fueron publicados en tapa blanda entre junio de 1992 y abril de 1993 por Bantam Skylark, un sello de la editorial para novelas juveniles, mientras que en 1997 aparecieron dos recopilaciones editadas en tapa dura por Barnes & Noble, incluyendo tres libros cada una: Star Wars: Book One y Star Wars: Book Two.

Los dos recopilatorios en tapa dura

Se trata de historias muy cortas, con poco más de cien páginas cada una —incluyendo las ilustraciones—, que nos narran lo que podría considerarse una historia dividida en seis partes, aunque cada una cuenta una aventura relativamente autoconclusiva. Al ser destinadas a un público juvenil son más desenfadadas, con nuestros protagonistas consiguiendo siempre sus objetivos derrotando a los villanos —quienes tienen planes malvados y risas locuaces— de formas, a veces, muy inocentes. En las ilustraciones vemos que todos los carteles no están en aurebesh, sino en inglés, y que la inmensa mayoría de las especies hablan en básico, incluidos los hutt.

Destaca también, muy típico de esos años, todo el tema medioambiental, muy en boga en los 90, pero trasladado a una galaxia muy lejana: la caza indiscriminada de ballenas aquí es de whaladons, la deforestación del Amazonas es la desaparición de los bosques de Yavin IV, la contaminación ambiental y el efecto invernadero lo sufre Bespin, o las tragedias medioambientales como la del Exxon Valdez o Chernobyl, aquí reflejadas en el desastre ecológico que está produciendo el Imperio en el planeta Duro.

Los nuevos personajes

En este apartado, además de los nuevos personajes, vamos a ver también el contexto político de la galaxia. Recordemos que cuando se publicaron eran las obras literarias más cercanas a la Trilogía Original, además de las primeras en explorar este periodo histórico, ya que la Trilogía de la Nueva República se sitúa cronológicamente casi un lustro después, por lo que los autores tuvieron que crear un contexto que enlazara con lo visto en las películas al mismo tiempo que les permitiera desarrollar una historia más global. Y no existían ni las guías que tenemos ahora ni podían acceder a la Wookieepedia, así que ancha era Castilla.

Ken, Trioculus, Zorba y Triclops

En el lado de los buenos tenemos a nuestros héroes clásicos: Luke, Leia, Han, Chewbacca y los dos droides. Luke y Leia continúan formando parte de la Alianza Rebelde y, al mismo tiempo, son miembros de su red de inteligencia (SPIN, siglas en inglés de Senate Planetary Intelligence Network), encargada de realizar las misiones más peligrosas. Hay que destacar que no se usa el término «Nueva República», así como que el Senado se sitúa en el Palacio Woolamander en Yavin IV. Por su parte, Han y Chewbacca se marchan a Ciudad Nube, gobernada por Lando Calrissian, para construirse una casa flotante. Así pues, vemos que, inicialmente, la relación relativamente avanzada que tenían Han y Leia en el final de la Trilogía Original aquí se ha diluido y vuelve a un tono inocente adolescente. A este bando se sumará Ken, un niño que ha vivido toda su vida rodeado de droides en la Ciudad Perdida de los Jedi, un enclave subterráneo en las profundidades de Yavin IV que había permanecido oculto bajo un halo de leyenda y que contenía la Biblioteca Jedi, con todos los archivos de información de la Orden.

En el bando imperial, que no se plantea como decadente, sino como en un impás sin un líder claro, encontramos a Trioculus, un mutante de tres ojos (el tercero en la frente) que es presentado por el Comité Central de Moffs como el hijo oculto de Palpatine. Hasta ese momento, Trioculus era el esclavista jefe del planeta Kessel. Así pues, vemos que, en ausencia del Emperador y Darth Vader, el mando temporal ha sido asumido por este comité que no aparecía en las películas. Por supuesto, no todos los moff estarán de acuerdo y habrá otros pretendientes al trono imperial. Descubrimos también la existencia de un estamento religioso, los Profetas del Lado Oscuro, liderados por el Profeta Supremo Kadann, que, mediante vaticinios, van dictando, en cierta manera, el rumbo que debería tomar el Imperio. Estos viven en la cúbica estación espacial Scardia, en la Zona Nula, donde albergan reliquias de toda la galaxia. Kadann profetizará que el legítimo sucesor de Palpatine será aquel que consiga el guante de Darth Vader, lo que marcará el inicio de la historia, ya que solo el Profeta Supremo es quien tiene la legítima potestad de coronar al Emperador, dándonos a entender que así lo hizo con Palpatine.

Por otro lado, tenemos a Zorba el Hutt, padre de Jabba, quien, tras enterarse de la muerte de su hijo a manos de la princesa Leia, hará todo lo posible por vengarse de ella, entremezclándose su historia tanto con rebeldes como con imperiales. Conforme avanza la historia descubrimos que Trioculus no es el verdadero hijo de Palpatine, sino Triclops, que también tiene tres ojos, pero el tercero en la nuca. Este ha permanecido oculto en psiquiátricos secretos imperiales debido a su vertiente pacifista, contraria a la política imperial. También, que los llamados «Profetas del Lado Oscuro», más que ver el futuro, lo que tienen es una red de espionaje y mercenarios que hacen que se cumplan sus vaticinios.

La revelación final

En este apartado vamos a ver cómo termina la historia (en el caso de que no quieras saberlo, mejor sáltatelo directamente). En el último libro publicado —ya que la historia daba para mucho más— Kadann le revela a Ken que, pese a que él crea que desciende de Obi-Wan Kenobi, debido a la similitud de su nombre con su apellido, en realidad es hijo de Triclops y Kendalina, una Jedi que trabajaba como enfermera en el psiquiátrico donde estaba recluido el hijo del Emperador. Después de su muerte por el Imperio, su hijo fue trasladado en secreto a la oculta Ciudad Perdida de los Jedi, donde tendría acceso a todo el conocimiento de estos para que, cuando fuera mayor, pudiera luchar contra el Imperio. Triclops, que en los últimos libros había estado en el cuartel general rebelde, se fuga dejándole una carta a Ken confirmándole su paternidad.

Esto provocará dudas en Ken, ya que al ser nieto del difunto Emperador, es decir, un Palpatine, teme que el mal habite en su interior pese a haber sido educado en los principios de la Alianza y los Jedi. ¿A alguien le parece esto sospechosamente parecido al desenlace de Rey en el Episodio IX: El ascenso de Skywalker?

Ken viendo el Espisodio IX

Cómo hubiera continuado

Vamos a ver unas declaraciones de Paul Davids, coautor de la saga, respecto a cómo hubiera continuado la historia, ya que si bien el volumen seis cierra algunas tramas, al mismo tiempo habría muchas más posibilidades al conocer la verdadera genealogía de Ken:

“Si hubiéramos escrito el libro 7, Han y Leia no hubieran llegado al altar, de alguna manera habría habido un ataque imperial que arruinara la ceremonia y no se hubieran casado”.

“Han pasado diez años y es difícil de acordarse, pero uno de los siguientes libros se hubiera llamado «Sombras de Obi-Wan», antes de que la palabra “sombras” se hubiera puesto de moda en los títulos de la saga”

“Nuestro contrato con Lucasfilm, y el contrato esta con Bantam respecto a la serie, era de seis libros con opción a tres adicionales, lo que hubiera hecho un total de nueve.  En aquel momento previmos esa posibilidad, por lo que planificamos hacia donde irían esas historias, incluso antes de que se publicaran los libros 4 a 6. Nuestra intención era que el Imperio atacara y arruinara la boda de Han y Leia antes de que se dieran el «sí, quiero». La boda nunca habría tenido lugar… y así es como habría empezado el libro 7″.

Recordemos que la boda entre Han y Leia apareció en el libro El cortejo de la Princesa Leia, situado después, por lo que si se quería respetar la continuidad, la ceremonia que vimos al final de Profetas del Lado Oscuro no debería haberse culminado, confirmando los planes de los autores. Realmente al final del sexto libro únicamente vemos que se dirigen al altar, así que técnicamente nuestra imaginación podría rellenar ese hueco.

Retrocontinuidad

Todo lo que hemos visto hasta ahora ha sido ciñéndonos a los seis libros que componen la saga. Estos nuevos personajes no volvieron a usarse en ninguna otra novela o cómic, pero sí que hubo intentos posteriores —bien fuera en manuales de rol, artículos de la revista Insider o de la web starwars.com, la mayoría de Abel G. Peña— para encajarlos dentro de una continuidad que, pese a desarrollarse posteriormente, los había dejado de lado. Todas estas retcons tampoco encajaban entre sí del todo, pero nos ofrecieron un contexto muy interesante, especialmente en lo referido al Lado Oscuro y sus profetas. Combinando el último artículo online que trató del tema, The Star Wars Spy Game: SPIN Declassified, con las entradas de la Wookieepedia, vamos a hacer un pequeño resumen de cómo surgieron estos profetas y su final. No debemos olvidar que esta información únicamente apareció online y que, en orden de canonicidad, deberíamos atenernos principalmente a los libros. Y, por supuesto, todo esto pertenece a la anterior continuidad de Leyendas, aunque para el año de publicación del anterior artículo, Lucasfilm ya había sido comprada por Disney y esto les daba igual.

Un milenio antes de la batalla de Yavin, Darth Millenial, un Sith mutante de tres ojos, aprendiz de Darth Cognus, rechazó la Regla de Dos implantada por Darth Bane y se marchó al planeta Dromund Kaas, donde fundó la religión de los Profetas del Lado Oscuro. Allí permanecieron ocultos, ajenos a los conflictos entre Jedi y Sith, hasta que llamaron la atención de Darth Sidious, quien los reclutó como sus consejeros: primero como Canciller Supremo y, luego, como Emperador. Palpatine nombró a un Jedi Oscuro, Kadann, como Profeta Supremo, y a su aprendiz, Jedgar, como Alto Profeta, pero cayeron en desgracia tras pronosticar que en Endor se restablecería el equilibrio en la Fuerza. La mayoría de los profetas abandonaron Centro Imperial —como era conocido en ese momento Coruscant—, así como Dromund Kaas, para exiliarse en el planeta Bosthirda.

Una vez muerto el Emperador y Darth Vader, y con la Alianza Rebelde ganando terreno, los remanentes imperiales necesitaban dar un golpe de efecto, ya que habían perdido el monopolio de la propaganda. Cronal, conocido como Blackhole, antiguo Profeta del Lado Oscuro y, posteriormente, Director de Inteligencia Imperial elegido por el propio Palpatine, contactó con Sate Pestage, quien ejercía como gobernador en funciones del Imperio, para recuperar la secta de los Profetas del Lado Oscuro en forma de la «Iglesia del Lado Oscuro». Aunque el cuerpo de Palpatine había sido destruido en la Segunda Estrella de la Muerte, su espíritu había logrado escapar y, con la ayuda de Pestage, había entrado en un cuerpo clonado en el planeta Byss. Mientras se preparaba para su renacimiento, el pueblo necesitaba una nueva figura mística en la que creer, lo que ayudaría a contrarrestar toda la propaganda rebelde, pronosticando la vuelta de Palpatine. Además, serviría como contrapeso del Comité Central de Moffs, que ostentaba el poder militar y estaba enfrascado en luchas internas para decidir quién sería el nuevo Emperador. Pero los auténticos Profetas del Lado Oscuro estaban desaparecidos, por lo que se eligió a Rajah Ubooki, un agente de inteligencia imperial bimm para que fuera el Profeta Supremo Kadann y a Heingort Giddis, otro agente de inteligencia null, para su lugarteniente, el Alto Profeta Jedgar.

En connivencia con el Comité Central de Moffs se escogió como nuevo Emperador al esclavista jefe de Kessel, Trioculus, un mutante de tres ojos resultado de experimentos biológicos de Palpatine y Sly Moore con una humana, Niobi, presentado en sociedad como hijo de Palpatine y legitimado para el trono después de que este recuperara el guante de Darth Vader, que había viajado por el espacio a través del agujero de gusano de Endor. Tras su breve reinado, el falso Kadann asumió el poder absoluto, pero su gobierno tampoco duró mucho ya que desapareció en la Ciudad Perdida de los Jedi. Cuando logró escapar, con la ayuda de Triclops, hijo de tres ojos de Sly Moore y resultado de los mismos experimentos que habían creado a Trioculus, fue asesinado por el Jedi Oscuro Azrakel, quien, junto a la Dama Oscura Lumiya y su aprendiz, Carnor Jax, masacraron también a los verdaderos profetas en Bosthirda. Por su parte, Cronal, que había desaparecido, volvió a la palestra convertido en el señor de la guerra Shadowspawn, pero fue derrotado por Luke Skywalker en Mindor. Finalmente, y tal y como habían pronosticado los falsos Profetas del Lado Oscuro, pronto acabaría por regresar Palpatine con su cuerpo clonado para proclamar su nuevo Imperio Oscuro…

Conclusión

Esperamos que este texto os haya servido para descubrir, o rememorar, esta olvidada serie, publicada en un momento en el que Star Wars comenzaba a expandirse seriamente y que, tal vez, por eso mismo, fue sepultaba por toneladas de material que la fueron relegando. Además, hemos visto una más que posible inspiración para la película que cierra la saga de los Skywalker, con un nieto de Palpatine con dudas debido a su linaje pero convencido de que permanecerá en el lado luminoso de la Fuerza. Definitivamente, no fue la única, pero para ver qué otras fuentes pudieron actuar de igual modo, junto a la serie Jedi Prince, tendréis que esperar a la salida de Biblioteca Jedi #6, en la que analizaremos la novelización del Episodio IX.

Todos estos libros han sido traducidos y están disponibles gratuitamente, bajo registro, para su lectura en español en la web de Libros Star Wars. Agradecimientos a Alberto Izquierdo y Lara Franco por haberle pegado una revisión al texto.

Para rematar, os dejamos con esta ilustración de las reliquias almacenadas en la estación espacial Scardia. Si ya empezáis a peinar canas os sonará alguna ilustración de otra franquicia 😉

¡Que la lectura os acompañe!

4 comentarios el “Jedi Prince: la olvidada saga que pudo haber inspirado el Episodio IX

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