Por Gorka Salgado

La séptima entrega de la serie Andor narra las secuelas del atraco a Aldhani. No todo es bueno. El Imperio aprovecha la oportunidad para reforzar su control, y la supervisora Meero de la BSI ve el robo por lo que realmente es. Cassian, por su parte, paga un precio impactante que marca un rumbo completamente nuevo para la serie. Aquí hay cinco puntos destacados.

1. “Estamos jugando directamente en sus manos”.

A raíz del atraco de Aldhani, las leyes se reescriben y el Imperio busca reprimir cualquier acto criminal contra su autoridad. Aunque esto significará nuevos poderes para la BSI, la supervisora Meero no está contenta. Ella sabe que esto no fue un mero robo; fue una declaración de guerra, un «anuncio» de que los rebeldes están aquí para luchar, y el Imperio debería reaccionar de la misma manera. Y ella lo demostrará.

2. El primer día de trabajo de Syril.

Llegó el tío Harlo. Aunque para un verdadero creyente justo como Syril el aburrido trabajo de datos en la Oficina Imperial de Estándares solo se suma al aguijón de su desgracia.

3. “Quiero decirte algo…”

Mientras los políticos y los más ricos de la galaxia se mezclan en su cena, Mon Mothma comete uno de sus actos más valientes. Ella le cuenta al banquero y viejo amigo Tay Kolma la verdad sobre su participación en la creciente rebelión, con la esperanza de que él la ayude a establecer un frente para las finanzas de la rebelión. Con los ojos del Imperio en todas partes, es un gran riesgo que no todos correrían. Afortunadamente, Tay parece tener el mismo desdén por la tiranía imperial que Mon.

4. Un adiós.

Hay una gran ironía en la conversación de Cassian con Maarva, ya que el atraco de Aldhani inspiró a su madre a oponerse al Imperio, para su incredulidad. Si bien él no cree que la rebelión pueda ganar, ella no esconderá la cabeza en la arena por más tiempo y elige permanecer en Ferrix. Es una escena poderosa; claramente se aman, pero están eligiendo caminos diferentes.

5. “Discútelo con el Emperador”.

Culpable de pasar junto a un soldado costero que buscaba demostrar su autoridad, Cassian es sentenciado a seis años de prisión. La secuencia que te hace hervir la sangre sirve para ilustrar el implacable autoritarismo del Imperio, con la dura pena resultante, de nuevo, irónicamente, del robo de Aldhani. Si algo está claro, es que incluso si Cassian elige no involucrarse en la rebelión, no hay escapatoria de la máquina imperial.

---

Enlace original en StarWars.com