Una acólita Sith tras los pasos de Luke Skywalker en el nuevo extracto de Star Wars Shadow of the Sith

Traducción por Alex Randir

La página web de Gizmodo nos trae otro fragmento exclusivo de la novela Shadow of the Sith, escrita por Adam Christopher, que se sitúa aproximadamente unos veinte años después de El Retorno del Jedi. En ella, los héroes de la Rebelión Luke Skywalker y Lando Calrissian deberán hacer equipo para investigar no sólo una amenaza proveniente de un mundo desconocido llamado Exegol, sino también para buscar a la hija del tahúr más carismático de la galaxia – con el permiso de Han Solo, por supuesto.

La pequeña ha sido secuestrada, y la única pista que tiene Lando lo llevará a cruzarse con un asesino Sith conocido como Ochi de Bestoon, quien, a su vez, tiene la misión de encontrar a una niña que podría traer de nuevo la oscuridad a la galaxia.

En este nuevo extracto veremos que Ochi no es la única amenaza que nos presentará la novela, cuya edición de Barnes & Noble nos regalará un exclusivo póster de esta nueva enemiga, que os mostramos a continuación. Aunque todavía no sabemos a ciencia cierta quién es, la identidad de esta figura enmascarada, según nos cuentan, es alguien que los fans ya conocemos.

Mientras nos preguntamos quién demonios puede hallarse tras la máscara (aunque ya hemos llegado a algunas conclusiones que no desvelaremos aquí) os dejamos la traducción del texto que nos habla, por primera vez antes de que se publique el libro, sobre este personaje.

Esperamos que lo disfrutéis.


EL SEPULCRO, COORDENADAS DESCONOCIDAS

AHORA

Algo se mueve en la oscuridad – una sombra de larga proyección, reptando por la noche abisal. La sombra es algo fuera de lo común: ni viva ni muerta.

Es una reliquia. Es un… eco. Una presencia de un tiempo más antiguo, una malignidad que de algún modo ha sobrevivido, de alguna forma ha encontrado una manera.

Ha encontrado un camino.

Puede verla ahora. Negra, y más negra todavía, moviéndose, siempre moviéndose. Una inteligencia, si. Una mente, pero sin forma o substancia.

Pero aquí, presente, sin embargo.

Cierra los ojos. No hay diferencias. No hay nada que ver salvo un abismo, una nada donde vive la sombra.

Donde la sombra prospera.

En la oscuridad, en la noche eterna dentro de su cabeza.

Y el vacío no es silencioso. En absoluto. Es una cacofonía, un sonido tan fuerte que ilumina cada fibra nerviosa de todo su ser, a pesar de que sabe que no hay nada que oír físicamente.

Es el sonido del dolor. El sonido de la muerte. El sonido de miles y miles y miles de almas llorando de tristeza y agonía antes de que se apaguen en un instante. Hermanos y hermanas. Hijos e hijas. Vainas, ramas jóvenes, parientes kith. Hijos espora y madres cubil; padres espaciales y sus vástagos, y sus grupos de genes junto a sus brotes. Desove y descendencia. Niños.

Generaciones enteras de los vivos, consumidos, sus llantos moribundos absorbidos y abandonados para reflejarse por siempre, atrapados dentro de un vial oscuro cincelado siglos atrás por un poder poco común, inhumano.

Por una oscuridad.

Por una sombra, de larga proyección.

Y hay otro sonido. Una voz, del antiguo pasado. Es lejana y distante, una llamada que reverbera por un enorme valle de espacio y tiempo.

La voz es terrible.

La voz es tan familiar como la suya propia.

PRONTO.

Abre sus ojos dorados. La habitación es luminosa y, afortunadamente, silenciosa. Sus oídos resuenan como una campana, la súbita ausencia de los gritos casi igual de dolorosa, el eco de la voz aún reverberando en su cabeza.

Lentamente, lentamente, recuerda dónde está. Mientras yace en el suelo y el mundo parpadea a su alrededor, levanta una mano y se toca la cara. Es cálida y húmeda, la sangre en las yemas de sus dedos del brillante azul del cielo de Pantora.

El lugar está iluminado por una llama titilante, y la llama titilante ilumina el zócalo de hierro meteórico, y al lado del zócalo se encuentra la máscara hecha de la misma estrella. La máscara se aleja de ella. Se mece, suavemente, como si acabara de ser arrojada.

Ella mira fijamente la parte trasera de la máscara, la curva de la nada, de la oscuridad, de la sombra profunda.

Y vuelve a escuchar la voz.

PRONTO.
PRONTO.

Cierra los ojos y duerme, intercambiando una pesadilla con otra, en la oscuridad de la noche, con la muerte del espacio. Se levanta por otro sonido, uno tecnológico, moderno. Se yergue de su nido, ignorando las palpitaciones de su sien, el dolor de sus extremidades.

Porque no puede seguir haciéndoles esperar. Son pacientes, si. Exasperantemente.

Pero también se enfadan con facilidad, y si hay una sóla cosa que ella no se atreve a hacer es enfadarlos.

Aceptó ayudarles. Aceptaron mostrarle el camino.

Así es como fue.

Y no haría nada para ponerlo en peligro.

De pie, activa el comunicador, y su nido se ilumina con el súbito azul eléctrico de un holograma. La imagen brilla, pulsante, teñida con la misma estática e interferencia que protege el punto de origen de quien la llama.

Se arrodilla ante la figura envuelta en la oscuridad, la capucha apenas oculta una cara envuelta firmemente en pesados vendajes negros, de la forma en que todos los cultistas del Sith Eterno ocultan sus rasgos.

No sabe por qué. No le importa.

Pero ella obedece.

«¿Qué deseáis, mi Señor?», entona, repitiendo la letanía que resonó a través del tiempo como los gritos dentro de la máscara que sabía que tendría que volver a ponerse pronto.

La figura que se cierne ante ella habla, y ella escucha, y se pregunta si esta será la última vez o si en algún momento cumplirán su promesa.

Tal vez algún día pidan demasiado.


La novela Shadow of the Sith se pondrá a la venta el 28 de junio de 2022 en los Estados Unidos. No podemos esperar a que nos llegue traducida.

Que la lectura os acompañe.

Fuente: Gizmodo.

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