La importancia del Arte Conceptual: Adentrándonos en ILM

Traducción por Mariana Paola Gutiérrez Escatena
El arte conceptual ha sido esencial para el éxito de Star Wars. A través de esa fase inicial de diseño, las ideas se desarrollan y se perfeccionan hasta llegar a lo que acaba en la pantalla. Pero incluso más allá del arte conceptual, el trabajo del Departamento de Arte de Industrial Light & Magic desempeña un papel destacado a medida que las producciones evolucionan y se enfrentan a desafíos. Este extracto del número 208 de la revista Star Wars Insider rinde homenaje al Departamento de Arte de ILM con una mirada en profundidad del escritor Brandon Wainerdi al proceso creativo del estudio.
Quizá no haya un legado mayor en el mundo del cine que el de Industrial Light & Magic.
Desde sus humildes comienzos en un almacén de Van Nuys en 1975, ILM no ha tenido parangón entre sus homólogos de la industria, creando efectos especiales pioneros y guiando la nueva tecnología, durante casi cincuenta años. Y fueron artistas y diseñadores de talento como Ralph McQuarrie, Nilo Rodis–Jamero y Joe Johnston algunos de los primeros en llevar directamente los mundos de Star Wars del concepto a la pantalla.
El Departamento de Arte de ILM es una herencia directa de sus bocetos y guiones gráficos y, gracias a sus profundas conexiones con los cineastas y los equipos de efectos visuales, se ha convertido en un activo inestimable para cualquier proyecto, especialmente para los que son visualmente tan abrumadores y emocionantes como las nuevas aventuras de Star Wars.

Continuación de un legado
David Nakabayshi, cariñosamente apodado «Nak», ha sido director creativo del departamento de arte de ILM desde 2002, y es muy consciente de este legado. Como él mismo explica: «La producción de efectos visuales comenzó con Ralph, Joe, Nilo y gente como Dave Carson: hacían el trabajo artístico, ayudaban a idear las secuencias y luego salían al escenario a ensuciarse las manos y los vaqueros. Y nada ha cambiado realmente para nosotros desde entonces».
Durante sus casi dos décadas al frente del equipo, Nak ha consolidado el papel del departamento de arte de ILM durante la producción de una película, desde la preproducción del cielo azul hasta los últimos retoques de la posproducción. «Somos el equipo que visualiza los grandes momentos que realmente definen la película, creando conceptos muy elaborados y centrados que parecen fotorrealistas, para que el director y el estudio puedan decir: ‘Vale, así es como va a quedar'», explica. «A continuación, recibes todo tipo de comentarios que hay que abordar, y ahí es donde el departamento de arte brilla de verdad. Somos un estudio de diseño de pleno derecho y ayudamos a los cineastas al principio de su película, que no tienen el ancho de banda necesario para contratar diseñadores de producción. Así que nos lanzamos a diseñar sus personajes, criaturas y fotogramas clave para su película, que es el trabajo divertido y creativo».

Alex Jaeger, director artístico senior de efectos visuales en el equipo de Nak, que lleva en ILM desde 1995, menciona algo parecido: «muchas de nuestras tareas se centran ahora más en la preproducción de proyectos. Con la llegada de los servicios de streaming, ayudamos a los directores con proyectos a corto plazo a poner en marcha sus películas, con una ráfaga de arte durante tres semanas que recibirá la luz verde de un estudio. Y, en esos casos, no estamos obligados por los diseñadores de producción, es sólo el escritor y el director diciendo: «aquí hay algunas ideas del guion, ahora haz tu magia«.
El departamento de arte es una herramienta versátil, eficaz e indispensable, que a menudo hace lo que Nak describe como «trabajo manual», también ideando nuevas iteraciones de planos que no están funcionando en la fase de postproducción. «A veces se trata de un simple repintado, pero a menudo se trata de rehacer un diseño antiguo que no encaja con la secuencia que se está rodando», explica. «Y ese retoque puede ser cualquier cosa, desde una nave espacial que necesita más motores hasta una criatura que el estudio quiere que tenga más dientes».
Con la llegada de la tecnología StageCraft de ILM, un decorado hecho con pantallas de leds de alta resolución, utilizado con un efecto increíble durante el rodaje de The Mandalorian (2019-actualidad) y The Book of Boba Fett, las necesidades de preproducción y postproducción se han fusionado aún más. «Ahora también tenemos que hacer el arte muy por adelantado, clavando realmente todo el aspecto de la cosa, para que puedan entrar en ese escenario y rodar». Jaeger explica que «se necesita algo de trabajo en la parte de atrás, pero el hecho de que las cosas se ultimen con antelación realmente reduce el tiempo de producción».



Podrá leer el resto de la historia en Star Wars Insider #208.
Fuente original: starwars.com
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